La desmemoria pesa en el alma
Por ser tu dueño, daría todo, casi todo
Tu argot se ha colgado a mi cuello como un talismán prohibido
Estoy perfectamente cuerda mi amor
Pretendes ser un mártir pretendiendo
Dienteperros llenan mis recuerdos
Un humo lúcido, lleno de esplendor
Es solamente una implosión exhausta
Esto nunca fue una conquista, solamente un arrebato, presunto opositor de mis temores
Utopías, ¿Benedetti o Delgado?
La chispa adecuada todavía me sostiene el alma, gracias Bunbury
Promesas y sobresaltos al borde del sable... Caballero de París
Tu remoto destino…
Sueños, pretextos, ruidos, libre albedrío, noticias, tu evidente derecho.